Yanny Caceres de Valentín, Arelis Rodríguez, Julio Valentín y Karina Bidó. |
Santo Domingo, Rep. Dom.- “Déjà Vu…después de la primavera”, es la Décimo Tercera individual del artista Julio Valentín, inaugurada en la Galería de arte Cándido Bidó, durante un cóctel, con la presencia de artistas, curadores, coleccionistas y amantes del arte.
Los embajadores de Taiwan y Japón, Isaac Tsai y Soichi Sato. |
La exhibición es un homenaje a la memoria de la gloria del arte y la cultura Dominicana, Cándido Bidó, por lo que el joven artista de Bonao, logró plasmar en cada una de las 40 obras a exhibirse una mezcla de los elementos semióticos, destacándose las formas y los colores que hizo suyos el maestro de la plástica dominica durante su trayectoria artística.
En “Déjà Vu….después de la primavera”, se conjuga una exquisita muestra de pinturas, esculturas, artes objetos, cerámicas, el artista utiliza las de acrílica con óleo sobre tela, estará disponible al público durante tres meses en la Galería de Arte Cándido Bidó, ubicada en la calle Dr. Báez No. 5 en Gazcue, en horario de lunes a viernes de 8:30 de la mañana a 5:00 de la tarde.
Abil Peralta, Domingo Bautista y Amable Baret. |
El curador y consultor de artes Visuales Abil Peralta, en su crítica a la nueva exhibición de Valentín ha dicho: “Esta nueva producción artística de Valentín, desde los presupuestos estéticos de sus pinturas, dibujos, esculturas y cerámicas, especialmente creada para rendir un testimonial y sentido tributo al amadísimo maestro y amigo Cándido Bidó, un ser especialmente dotado de los dones de la pasión y de la creación; un artista que como evidencia de su fe y amor al ser dominicano, dejó grabada la imagen perpetua de su alma en cada trazo sobre la tela; un artista que por la trascendencia identitaria y humanística de su obra, jamás estará ausente de la marca de identidad que nos define y definirá siempre como pueblo y como nación”.
“Julio Valentín rodea sus ángeles construidos con la sustancia de los cromas grisallas, los que rodea de colores intensos, saturados y vivos, como para alcanzar tensas frecuencias vibratorias que se comportan ante los sentidos perceptivos del que mira su obra, en místicas carcajadas de música, colores y luz. Así de esplendorosa, siento y valoro la atmósfera de sus pinturas, en las que parece estar omnipresente, plena y totalmente viva, la vitalidad creadora y solidaria del maestro Cándido Bidó”.
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