Les presento este atrevimiento gramatical, que en mi pasado reciente, escribí y lo tenía guardado entre otros escritos más, cuando formamos el Taller Literario Franklin Mieses Burgos. Gracias a por leerlo.
EL SOPLO DE LA NOCHE
La noche me oscurece
Y los puntos blancos son
Los luceros que guían mi
Camino.
El viento me abriga
Y siento ese calor
Que congela mi cuero.
! La brisa, la brisa, la brisa ¡
Me dice al oído que adora
Susurrar que existe y sentir
Su cuerpo uncido al mío.
Sonidos de violines cuales vienen
De las patas de músicos de la noche,
Son los responsables de violinizar la
Luz del sol sepulcrado.
Enero 2004
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