Aunque hay que reconocer que el derrotado candidato del partido blanco en las pasadas elecciones tiene derecho, legítimo y capacidad política, para aspirar a dirigir a esa difícil y a veces contradictoria organización política, algunos sectores de la vida nacional se preguntan, qué busca el ingeniero Miguel Vargas Maldonado con escalar una posición que en un futuro podrías obstaculizar su virtual candidatura presidencial.
Al parecer esta decisión no es casual ni originaria del exsecretario de Obras Públicas, sino que este ha sido convencido y empujado por sus asesores Carlos Gabriel García, Neney Cabrera y Andrés Bautista García, entre otros, a buscar el apoyo de los perredeistas para ganar la primera posición del otrora “Jacho Prendío”.
Cierto es que el no está violando los estatutos de su partido, por lo que tiene el camino abierto para transitar hasta llegar al umbral y traspasar la puerta que lo llevaría a un posible “triunfo” arrollador.
Inclusive, Vargas Maldonado, aunque ha inyectado nuevas energías al PRD, al tiempo que protagonizó una excelente campaña electoral que lo llevó a obtener por encima del 40% de los votantes, debe evitar avasallar a sus opositores internos ,sino convertirse, sino en un líder, por lo menos en un ente de equilibrio entre las fuerzas que gravitan en esa entidad política..
A nuestro juicio, dentro del partido blanco hay que actuar con mesura y, esto lo sabe Vargas Maldonado y sus asesores, por lo que a nuestro juicio, en estos momentos, la prepotencia que exhiben sus amigos constituye una postura no le conviene al partido del Buey que más “jalaba”, porque de seguro desatará una encarnizada lucha de tendencias que desangrará a esa organización que carece de un líder fuerte que sea capas de lograr la unidad dentro de la diversidad.
Encima de esta opinión, hay quienes consideran que Vargas Maldonado, de continuar con sus aspiraciones de presidir la organización a la cual pertenece, podría estar afilando cuchillo para su propia garganta, y con ello alejar sus posibilidades de convertirse en Presidente de la República en el año 2012.
Y es que el excandidato a la primera magistratura de la nación ya no es cola de León, sino cabeza de una tendencia que algunos califican de vigorosa, pero el debe comprender que tiene de frente al expresidente Hipólito Mejía, quien lo exhortó a no desesperarse, aunque públicamente, el llamado “guapo de Gurabo” está tirado en las calles perredeistas, no solo para evitar que Maldonado gane la próxima convención, sino para colocar en la dirección del partido a uno de sus seguidores.
Ahora bien, le conviene a Vargas Maldonado convertirse en presidente del PRD?. La respuesta a esta interrogante habría que expresarla en perspectiva con miras a las elecciones congresuales y municipales, y en las cuales el pueblo tendrá nueva vez la oportunidad de decidir su simpatía entre dos organizaciones políticas que ocupan el escenario nacional.
La realidad es que si en esos comicios el partido blanco no es favorecido, esa derrota se le cargaría a su presidente, lo que significaría que su posible candidatura presidencial se derrumbaría.
Naturalmente, si acontece lo contrario, entonces habrá que aplaudir a los estrategas de este profesional de la ingeniería civil que de seguro se enfrentaría con toda la de ganar a un poderoso PLD que aún con las consabidas dificultades internas goza hasta ahora del favor de una mayoría de los votantes .Continuaremos
El autor es periodista y director del este espacio virtual y del programa OBSERVANDO.
0 Comentarios